Tuesday, March 26, 2024

Adepto


Soy pez que muere pescado fuera de su hábitat- al son de un tango meditabundo y un tabaco armado. 

He estado practicando la paciencia: intento un cambio de percepción que ajuste mis expectativas, habituándome a un ritmo cansino -y no por ello falto de cadencia -que me hamaca en un ir y venir inalterable, continuo, hipnótico y hasta mantrico por momentos.

Temo preguntar demasiado, respiro una enquistada hostilidad. Regalaría objetos que me sirvan pero aun no los he encontrado. Quiero crecer a cualquier costo, soportando aun que el cerquillo me tape la visibilidad.

Puedo cuando lo demás no pueden. Y viceversa. Se diferencian los seres humanos a las bestias por la palabra dada, el compromiso. Agradezco vuestro vínculo y esfuerzo para hacerme sentir bienvenido.

Vivo una verdad tan fragmentada como lo es mi entendimiento de la realidad- tan restringida ella por mi limitada inteligencia intelectual y sobre todo emocional. Padezco con pasión inusitada la conquista de una victoria que me rumbea hacia una inevitable derrota.




Tuesday, December 12, 2023

Intersticios mentales

1.   Una hoja perfectamente verde va caducando imperceptiblemente y cuando menos lo espera -su color cambia, su tamaño y consistencia también. Ahora se aferra de su cabo lo más que puede. Trata de convertirse en perenne a pesar que conoce su condición finita. Al tercer o cuarto viento cae y se desliga para siempre del tronco que una vez creyó inmutable y atemporal.

 

2.   Vivo en un lugar que supo existir en mi infancia. Me llego la versión de que ese lugar ya no es más lo que supo ser. No sé si la apreciación del observador es desde su punto de vista más o menos objetivo o desde su filtro que lleva más de cuarenta años recibiendo información que interpreta según sus carencias, necesidades vitales y psicológicas.

 

3.   Sin mala intención alguna- ciertos pensamientos se esconden en pliegues olvidadizos de mi memoria, lugares vírgenes y sin resaca, limpios de todo abuso.

Hago lo que siento que me hace bien. Si no lo hago, ¿quién lo va hacer por mí? Por eso lo hago pausado y lo más tranquilo posible, con olor a verano de Atlántidas, Toscas y Parques del Plata.

 

4.   Pensar solo en el futuro es igual a auto eliminarme, a limitar mis cualidades y dones. Si existe una persona que pueda morir en paz, quisiera conocerla, acariciarla, mimarla y darle lo mejor de mí, incluidas mis siestas escuchando la lluvia caer sobre el cemento. Voy desvaneciéndome, como si nunca hubiese existido. Una vez que me llegue el momento culminante- quisiera estar soñando acerca de lo imposible, lo inefable, lo incunable, lo pragmáticamente inexistente.

 

5.   Mi dolor es por momentos inexplicable pero cuando cesa- aparece el instante casi que mágico y es ahí donde ocurre el milagro: mi alma logra sincronizar con el mismísimo universo.

 

6.   Intento no ignorar nada y disfrutar da las cosas que están a mano. Tomo de las mieles de un éxito escaso y hasta discutible. Escribo palabras que mis procesos mentales no alcanzan a entender con certidumbre.

 

7.   Debería hacer un esfuerzo consciente en no pensar tanto en mí, en no ser tan egoísta. Eso además me ayudaría a no cuestionarme tanto y a desarrollar un mínimo de compasión por el resto de la humanidad.

 

8.   Hay que armarse de paciencia a cualquier costo- incluso a costa de la salud física pero más que nada de la mental. He perdido amistades, bandas de música y mujeres. Sigo camino mientras la soledad me arroba y me empapo absolutamente en ella.

 

9.   No existen más los apuros en mi vida: todo también puede esperar. Sin embargo, no me doy tiempo a madurar las cosas que importan. Mi cabeza anda por las nubes aunque el día este despejado.

 

10.   Tengo una facilidad nefasta para enfocarme en lo negativo y dramático de cada situación y experiencia vital. Mi vida está por explotar en el aire y sin embargo algo inesperado me “espera” a la vuelta de la esquina.




Tuesday, October 31, 2023

Déjà vu

 

Hace un tiempo inexacto soy consciente que todo terminara: la vulnerabilidad de mi existencia -abrupta y llena de buenas intenciones- la precariedad de mis deseos, mis miedos infundados y mis más ilusos sueños. Mientras le saco punta al lápiz- me voy diluyendo en un duermevela que no logra hacerme descansar ni estar despierto del todo. Me embarco en un viaje disipado y austero a la vez. Siempre es posible tener una razón para perseguirse y mortificarse a uno mismo. Está en la química del cerebro poder alejarse –o no– de pensamientos que a larga no cuentan y terminan siendo insignificantes. Adhiero a la escuela que entiende la vida desde la pragmática y el movimiento.

Nubes crepusculares con sus colores y formas únicas aparecen en un cielo ondulado de un viento que hace y deshace a voluntad. Las puertas de la percepción se abren de par en par, de forma casi que inconcebible. Con una lentitud agusanada- comienzo a separar la paja del trigo: escatimo, mido, sopeso posibilidades y vericuetos. De repente algo intangible, insustancial, inocuo por donde se lo aprecie -se limpia y todo aparece nítido: acabo de cruzar un puente virgen, un límite desconocido hacia un abismo de pasión, intensidad y cierta seducción. Mi pudor -a pesar de todo- sigue siendo demasiado elevado. Llego a estados anestesiantes tales que dejo de ser yo para ser aquel que pienso ser. Cuando empiezo a aceptar las cuestiones- estas toman otro relieve y consistencia.

Desciendo de un pueblo “elegido” para ser mirado de reojo y con desconfianza por algunos capciosos, una colectividad vilipendiada por ciertos resentidos, una etnia cuestionada, calumniada de parasitaria, avariciosa, usurera, explotadora, y un sinfín de calificativos peyorativos; una comunidad acosada y hostigada con persistencia en el transcurso del tiempo y civilizaciones. Lo padezco desde mi origen- sin haber tenido opción a elegir- como quien nace con una complicación congénita. Las guerras insuperables atraen y renuevan viejos odios que jamás pasaran de moda- y me recuerdan que este es un mundo atroz y sin sentido. Con ellas salen a relucir las bajezas más inmundas de aquellos que no saben vivir ni dejan vivir. Es muy difícil saber cómo cortar y más aún por lo sano. Los muertos no tienen enemigos.




Thursday, August 17, 2023

Desasosiego

 

A los seres vencidos

 

Me adentro al tierno y tibio olvido sin darme cuenta, con mi percepción centrada en mi rutina. Giro mi cabeza hacia atrás y todo se ve borroso, como si no tuviera los lentes puestos. El balastro cubre mis zapatos- agujereado uno de ellos- de una polvareda gruesa, densa, amarronada y fangosa. En ningún momento siento temor: solo experimento una desazón y un vacío implacable, contundente aunque indescifrable. No importa lo que haga o diga, donde vaya, lo que coma ni con quien este: siento dentro mío un inevitable y constante desasosiego. Mi desencanto conmigo mismo y lo que me rodea es casi permanente y hasta patético. Lo padezco como un síndrome que se ha incrustado en mi organismo y en mi psiquis sin explicación aparente o entendible. La tristeza me acompaña a sol y sombra, me hace marcación personal -hombre a hombre- como si apreciara mi compañía en demasiá, tal si fuera un amor eterno.

Paro de golpe en algo que parece ser un espejismo: una inmunda barbería que aloja en su interior una mesa de casin de paño gastado y un par de máquinas estruendosas a las que le faltan varias luces. En eso, se me acerca una figura casi que espectral de sexo indefinido y me pregunta la hora. Desde mis catorce años de edad dejé de usar reloj pulsera- le respondo. Su reacción es un súbito movimiento de hombros hacia arriba y abajo.

Sigo mi camino paladeando entre los pliegues de mi razonamiento el caldo de disidencia que he ido cultivando con el correr de los años. Ser parte de la mayoría no significa poseer ninguna prueba o fundamento con aire de verdad revelada.

No hay nada, ni antes o después del trayecto vital, solo supervivencia de la especie para maximizar su estadía en este planeta. Todos los conceptos conocidos son creaciones humanas de dudosa veracidad y eficacia. Y sin embargo, acá estoy intentado destrancar lo que nunca se ha trancado. Y si alguna vez estuvo cerca de trancarse- eso sucedió en mi mente, en mi percepción de lo que me circunda, la cual posiblemente no coincide con la realidad de ningún otro semejante perteneciente a la especie de la cual soy parte.

Espero con ansiedad, casi como una turbación- algo que tal vez exista solo en mi cabeza. Posiblemente se trate tan solo de una alucinación- de algo que no sucederá y por tanto la espera se convierte – a la vez- en inútil en sí misma pero también en un propósito y una razón para seguir viviendo con expectativa. Una expectativa engendrada en mi imaginación y cimentada en la irrealidad más noble que surge de mi estropeada inteligencia.

A lo lejos escucho una trompeta asordinada cuya melodía me lleva a una ciudad desconocida de hace un siglo atrás, en plena efervescencia del viejo Jazz y la bolsa de valores. Comienzo a experimentar cierto alivio; algo dejo de hacer presión – como si la fuerza de gravedad hubiese mutado sus condiciones. Me focalizo en algo más allá del pragma, del momento preciso del ahora, de mis palabras vacías de significado y valor. Mis sentimientos difusos -y a veces antagónicos- entienden que todo lo hecho y por hacer es por uno y los míos. Mis ideas se apelotonan todas a la vez y ninguna logra sobreponerse sobre las otras.

El tiempo se acota, el transcurso es inevitable y real. He llegado a mi cima hace un rato largo y he puesto punto muerto para dejarme llevar por la bajadita, esperando que no se me cruce pozo alguno ni desfondarme en mi descenso. Me he convencido a mí mismo de que estoy haciendo bien. El gran tema es la relatividad y sus consecuencias. No hay norte ni sur, somos cuerpos en una galaxia infinita e indivisible para el ojo humano. De a poco me voy acercando a un sitio más adecuado. Deseo ser como aquellos que se contentan con tan solo tener cubiertas sus necesidades básicas -sin cavilar ni cuestionar tanto su sentir- y hasta llegan a disfrutar del sinsentido de ser viviente.





Wednesday, July 5, 2023

Ensimismado


Hace un tiempo largo ya que morí y no me había dado cuenta. Estoy aburrido de estar aburrido; siento que he perdido la batalla – si es que alguna vez hubo una. Hago todo mal desde que tengo memoria. Planeo, pienso de antemano lo que voy a hacer y decir- pero llegado el momento de interactuar entran a jugar variables ajenas a mi voluntad y termino desilusionado y hasta enojado conmigo mismo por no poder controlar la narrativa, lo que va ocurriendo; las dinámicas de las conversaciones van hacia lugares impensados y hasta indeseables muchas veces. Por eso es que escribo: porque puedo releer, corregir, sacar, agregar, dejarlo por un tiempo macerándose y volver al texto cuando siento la necesidad de hacerlo.

Ustedes leen una versión mejorada de mi o lo mejor que puedo dar de mi- que es bastante escueto pero que surge desde mi más profunda angustia y dolor, las cuales no tolero esconder porque me llevan a vivir en un terror constante e insensato; una turbia paranoia se apodera de mí, me clava su gélido cuchillazo en mi garganta y explota en mi estómago sin siquiera entender sus razones o como consolarme de esta ansia generalizada que me persigue inviernos y veranos, donde sea que vaya y este con quien este. Esto es una condena disfrazada de libre albedrio, creencias y supersticiones que oscurecen aún más mi falta de claridad emocional. Poseo un alma solitaria; soy un cumulo de obsesiones y arrebatos del instinto, es decir un individuo inmerso en la vida más elemental y mezquina. Experimento un tenaz y constante remordimiento -como vaca que rumea una y otra vez su bolo alimenticio -aunque ya ni recuerde los orígenes del mismo.

Honorables miembros del jurado de tan prestigioso certamen literario, asiduas lectoras y lectores, desprevenidos internautas que han llegado aquí a través de las sombrías casualidades que os tenia preparados vuestro destino- sepan que lamento decepcionarlos con este texto sin finalidad, principio ni final; no existen aquí los personajes, eventos, dramas, transcursos, diálogos, desarrollos, moralejas, enseñanzas, paralelismos, rimas, coyunturas, significados, sentidos figurados, lectura entre líneas, misterios ni aprendizajes. En otras palabras- es una mierda de texto, inservible, incoherente, un gran sinsentido, una perdida absoluta de tiempo y energía. Un relato sin filtro ni ingenio, sin imaginación ni propósito. En definitiva, un fiel reflejo de mi existencia antónima




Wednesday, May 31, 2023

Intención

Me quede vacío una vez más. A pesar de mis esperanzas de cambio- los vaivenes me depositaron en un lugar donde mi corazón se encoje y mi cabeza gira imparable buscando entrar en órbita. Vuelvo a anestesiarme para que el dolor no me traspase y sigo haciendo de cuenta que todo está bien encaminado, que son percances momentáneos para lograr un beneficio ulterior. Adormilado y anestesiado como estoy, asimilo mis limitaciones. Lo que se ve de afuera y lo que realmente es -puede llegar a ser diametralmente opuesto.

Los temas se reiteran, aparecen una y mil veces: propósitos, sentidos, libre albedrio (en el supuesto caso que se sincronicen multitudes de cambiantes coordenadas y circunstancias). Tengo la ilusión de que por ahí haya medio escondido- un nuevo despertar. Pero así como puede surgir en algún momento, así también se va… tal como apareció. Sin aviso. Por eso -y con cierta insistencia- golpeo las puertas del pasado; puertas que hace un tiempo inexacto nadie responde.

Padezco en carne propia a ciertos individuos que son flagelos de la condición, consecuencias de un mecanismo mental que no para y tritura todo el tiempo. Personas que intentan imponer sus ideas, dominar psicológicamente a su interlocutor, cambiarlo y hasta responsabilizarlo de sus propios defectos. No les interesa saber lo que piensa el otro o entender su accionar- sino que repiten hasta el hastió un monologo sofocante que trata de explicar sus formas de ver las cosas. A pesar del agobio que me generan- he decidido subirles su autoestima escuchándolos. Es de las mejores cosas que les puedo regalar en vida.

Toda religión- tanto sea monoteísta como politeísta- está basada en la fe y la creencia. Dentro de mis limitadas posibilidades- intento manejarme por la vida con certezas. Más allá de toda especulación, suposición, parecer y credo- sé que en algún momento todo termina de una vez y para siempre.

Llego el momento en que es necesario tomarme un tiempo, único y mío. Diviso un horizonte lejano e inexistente donde deseo y realidad se unen. Mi musculo ocular se distiende y reposa; respiro profundo; el aire abandona mi cuerpo y produce un movimiento tóraxico que me estremece como canino que encuentra al fin su lugar de confianza, resguardo y descanso. 






Wednesday, May 3, 2023

Propósito

Quien habla, narra y redacta

nada tendrá que ver conmigo.

No se engañen:

todo lo que relucirá

se deberá a su lustre.

 

Todo será motivo de preocupación

sin importar el tamaño

ni la trascendencia del asunto.

 

Sentir y pensar

cosas diferentes

distintas realidades y devenires.

 

Como a todo mamífero del asfalto

me llegara el momento de ir

aunque no sepa cuando.

 

Todo anhelo

-además de la auto indulgencia-

fabula

conquista

acontecimiento idealizado

posee un tinte humano

el cual olvidaremos.

 

                    El día en que nada me contente

por más lindo que escriba                            

será una reverenda desgracia.

Me arrojare sin tela ni entretejido

que me proteja de la inexorable caída.

 





Wednesday, March 22, 2023

A pesar de todo aun te extraño

Deambulaba por la playa un día soleado e invernal. Divise a lo lejos algo parecido a un lobito marino o tal vez una sirena. El resplandor de los rayos era tal que no podía distinguir que era ese bulto a la distancia a pesar de mi esfuerzo visual. El agua estaba tan fría que después de pocos minutos de tener mis pies inmersos- deje de sentirlos. A medida que me iba acercando me di cuenta que se trataba de una persona. Ella estaba boca arriba, con los ojos cerrados, su estómago subía y bajaba con una cadencia perfecta, al son de su respiración. La observe algunos segundos sin acercarme demasiado. Era preciosa: facciones eslavas, un cuerpo que parecía hecho por algún dibujante obsesionado con las formas perfectas e inspirado por los dioses de la procreación. Tenía un traje de baño de dos piezas; no había ningún objeto alrededor de ella. Seguí andando, no quise interrumpir su descanso. Parecía como si se hubiera metido en el océano en algún paraje lejano y la corriente la hubiese traído a estas costas. ¿Pero cómo podría ella haber sobrevivido tantos kilómetros a la deriva? Las preguntas se me juntaban a borbotones y encontraba respuestas que salían desde una parte desconocida de mi conciencia, como si hubiera otra persona conviviendo dentro mío. Después de un rato volví al lugar donde la había visto. No se había movido. Sus ojos claros y transparentes -como las consecuencias del paso del tiempo- estaban abiertos y mirando boca arriba un cielo carente de nubes. Se sentó, me miro detenidamente sin susto ni sorpresa y me dijo algo que no comprendí. Ante la falta de respuesta, volvió a hablarme pero esta vez lo hizo pausadamente como para hacerse entender lo mejor posible. Su voz era dulce aunque el idioma que utilizaba me era completamente desconocido. Le respondí que no entendía girando mi cabeza de derecha a izquierda- a lo que ella me contesto algo indescifrable. Instantes después encogió sus hombros, se paró, sacudió la arena de su cuerpo, miro hacia todos lados y comenzó a caminar, quizás sin saber a dónde pero con paso decidido. Desapareció de mi campo visual tan rápido como una criatura pasa de la risa al llanto. Taciturno y apesadumbrado continúe rumbo hacia mi actividad habitual. La rutina me deglutió con sus fauces abiertas de par en par, me digirió con aplastante indiferencia y me defecó en el más absoluto de los olvidos.





Thursday, March 2, 2023

Ilusión (con todo y para que)

Apenas abrí la puerta- la ilusión con todo su fulgor se coló por el refilón sin pedir permiso. Se instaló lo más cómoda haciéndome sentir muy a gusto con ella. Todas mis preguntas y dudas -mientras convivía con ella- tenían respuesta. Confiaba en ella y sus certezas; me entusiasmaba sus proyectos y la cuidaba con gran recelo casi que con obsesión hasta que un día- así como ingreso impetuosamente en mi vida- se esfumo dejando una estela vaciá de significado.

Su dolorosa desaparición fue llenándose de enojo y rápidamente lo acaparo todo. Por suerte, mi rabia fue efímera y dio lugar a una desilusión que con el paso de los días fue deteriorándose como meteorito que cruza la estratosfera de la melancolía, pasando por la anchura de la incertidumbre y finalmente aterriza en el valle de la depresión, la rutina, la monotonía y la falta total de propósito alguno.

Después de una inercia prolongada donde llegué incluso a despreciarme a mí mismo, vi a través de una diminuta hendija -rendida por el paso del tiempo- una claridad que reconocí al instante y sin lugar a duda alguna: era el inconfundible encandilamiento de la ilusión acompañada de su entusiasmo, expectativas y planes a futuro. Volvía a asomarse en mi vida -junto a sus mieles alucinógenas- para seducirme, conmoverme y con su fingida inocencia hacerme creer que todo tiene una razón de ser.




Tuesday, January 10, 2023

Intestinal

A pesar de su costumbre de reírse de aquellas personas que se refieren a sí mismas en tercera persona -como buenos egocéntricos que son- dicen los que lo conocen que es un tipo querible y hasta afable. Hubo un extenso periodo en su vida en que el reprimía a toda costa todo lo que consideraba inapropiado.

De muy joven en casa de su primer novia -además de dominar su boca ante situaciones familiares desfavorables para su amada- contenía también sus flatulencias por temor a ser escuchado. Con el paso del tiempo supo -luego de consultarlo con un gastroenterólogo -que su intestino vive irritado y era esa la causa de sentir unas ganas irrefrenables de deshacerse de gases que le generaban y aun le generan malestares en su sistema digestivo. 

Una vez diagnosticado sobre su condición intestinal- se permitió evacuar flatulencias sin tantos pruritos. Algo similar sucedió con sus pensamientos: se dio cuenta que su mesura en situaciones críticas lo hería y dañaba en su fuero íntimo. Así fue que empezó a decir cosas que la gran mayoría de su entorno no tolero ni quiso volver a escuchar. Entonces fue encontrándose cada vez más aislado y dejado a un lado pero sin tantos retorcijones ni remordimientos.

Algunos lo etiquetan de difícil, complicado e intenso. Mientras tanto, él no se victimiza e intenta focalizarse en lo esencial e indispensable. Por algo los ojos están en la cara y no en la nuca: para ir hacia adelante.



Foto gentileza de Andres Aksler.

Friday, October 28, 2022

Media pila

 

Su existencia fue un lastre sombrío, denso e impenetrable. El gran temor una vez muerto era el silencio atronador dentro de su tumba. Confió en que sus hijos lo enterraran- indicaciones mediante- junto a su radio portátil. Los deudos que transitaban los estrechos pasadizos del cementerio- oían un rumor constante, música, partidos de futbol, noticieros y no se daban cuenta de donde surgía tal audición.

Por las noches se juntaban en torno a su tumba en busca de entretenimiento una variedad de espíritus que habían muerto en una paz maquillada o cuyas vidas habían sido una llovizna lánguida e intermitente sin propósito, rumbo ni destino. Se armaba una comunión muy armoniosa entre estos espíritus hasta que un mal día la radio –cual romance de verano- dejo de funcionar.

El fracaso de su propósito volvió a ser palpable entre sus semejantes de la misma forma que lo había sido durante toda su vida. La historia- como todas ellas- termino buscando culpables de tal cambio de circunstancias.





Tuesday, August 30, 2022

Playa nudista

Era un hermoso día para estar al aire libre y el agua en la playa nudista estaba preciosa.  Deje toda mi indumentaria, billetera, llaves y teléfono sobre mi silla de playa. Estaba tan lindo que me quede un rato largo en el océano. Al salir me lleve la ingrata sorpresa de encontrar solamente mi silla. Debía encontrar la manera de llegar hasta mi casa como arribe al mundo. Hubiese querido transformarme en una figura fantasmal o espectral para pasar desapercibido. A raíz de ese pensamiento se me ocurrió canjear mi silla playera por una toalla para cubrir mi desnudez.

Comencé a recorrer la playa con ese objetivo. Una persona tras otra a la cual le planteaba mi propuesta- se negaba al trueque. Creo que percibían mi aflicción como cuando era joven e iba a bares de mala muerte en busca de encuentros furtivos con desconocidas del sexo opuesto. El interlocutor olfatea la desesperación y huye despavorido.

Ante este panorama desalentador -el último recurso al que mi imaginación pudo acceder en ese momento fue destruir la silla y con la lona y un par de cuerdas desflecadas que encontré sobre la arena- construí una versión elemental de hombre sándwich.

Dudaba profundamente si iba a poder regresar de esa forma a mi casa pero tampoco tenía otra opción.  Así que sin más inicie mi retorno. Mi preocupación por la reacción de terceros se fue transformando en sorpresa al notar que nadie me prestaba atención alguna. Me ignoraban olímpicamente. A medida que avanzaba fui tomando más confianza en mí plan. Lo que en un inicio fue sorpresa se fue transformando en decepción: la vida de uno no le interesa a nadie más que a uno mismo; cada persona va por la suya cargando su cruz, con sus propios asuntos, extraviadas en el encierro de sus mentes.

Mientras esperaba que el cerrajero abriera la puerta de mi casa, un concepto que venía rumiando tomo cuerpo y forma definitiva: lo opuesto a la virtud, a la fuerza de voluntad, a la habilidad, a la risa, al erotismo, al sacrificio y la creatividad es el desinterés, la apatía y la indiferencia.




Friday, June 24, 2022

Quise

 


Quise escapar de lo que no tiene escapatoria

Quise pulir un sentir que brota desaforado como yuyo entre las baldosas de la vereda

Quise ser amable en el sentido integral de la palabra: una persona accesible y fácil de amar

Quise hacer muchas cosas las cuales no he tenido el coraje de hacerlas

El tiempo sigue su transcurso y estoy muriendo con los ojos abiertos

Sigo sin hacer nada, tratando de auto complacerme en medio de la tibieza falsa de la

mediocridad y el conformismo







Friday, April 22, 2022

Me dice

 

El doctor que los valores de mi último análisis están dentro de lo normal para mi edad. La arquitecta confirma que la construcción va a estar terminada en fecha. El mozo comunica que mi pedido está casi listo. El vendedor de autos usados explica que la unidad que me interesa comprar está muy bien considerando los años de uso que tiene. El chofer del ómnibus se compromete a avisarme donde necesito bajarme. El político de turno declara que los últimos índices muestran que la economía y poder adquisitivo de los ciudadanos siguen al alza. La psicóloga recomienda que siga tomando la prescripción que me resetó el psiquiatra. El zapatero explica que el cuero del calzado cede con el uso. El tendero promete que el buzo no encoje con los lavados. El creyente utiliza su artillería divina para colonizarme. El feriante vocea que tiene las uvas más dulces de toda la feria. El mecánico -meneando su cabeza de lado a lado- sentencia que debo cambiar la bomba del agua. El policía asegura que está para protegerme y garantizar mi seguridad. El peluquero pide que de una buena vez me deje cortar las patillas- que me va a quedar mucho mejor. La maestra deja constancia en mi carnet que puedo y debo rendir más. El comentarista deportivo afirma que el resultado del partido es totalmente justificado.

Me cuesta creerles; en realidad no les creo una sola palabra. Las verdades a medias con sus mentiras solapadas y engañosas- han desgastado mi confianza ciega. La ingenuidad y pureza de los niños, la óptica de los “locos” y la verborragia torpe de los borrachos serían las únicas opciones de sinceridad disponibles. Por tanto, seguiré siendo un laico que vota en blanco.




Friday, October 15, 2021

Dormir

 

Esa mañana me levante temprano -como de costumbre- con mi frecuente ansiedad de que todo dura demasiado tiempo. Mientras preparaba mi café, sentía mi cabeza liviana a modo de principio de una borrachera. Esa liviandad paso a ser mareo a los pocos minutos. Tuve que agarrarme de las paredes para llegar a mi cama. Una transpiración fría me hacía tiritar descontroladamente.

Estuve dos días dormitando casi que ininterrumpidamente y sin comer bocado. Sueños vividos me llevaban por pasadizos inhóspitos y desconocidos de mi subconsciente. Logre levantarme un par de veces para ir al baño a tomar agua y lanzar un jugo gástrico amarillento y espumoso que me provoco una acidez áspera.

El tiempo pasaba lento y rápido a la vez: de a ratos sentía un vértigo aletargado que me impedía mantener la vertical y me postraba en una perpetuidad confusa, rotando posiciones en la cama que me ayudaran a conciliar un sueño que me desenterrara de esa pesadilla.

Los cuadros en la pared tomaban volumen y se me venían encima con sus colores chorreantes y repugnantes. Intentaba mantener los ojos cerrados mientras no dormía para que las cosas no giraran a mi alrededor.  Mi mente y cuerpo estaban desconectados, desacompasados –como si se tratara de voluntades opuestas.

En cierto momento el silencio fue total y el aire inodoro- cual si mi olfato y escucha hubieran desaparecido de mi paleta sensorial. Deje de buscar, recordar, creer, pensar, soñar y darme vueltas en la cama. Al fin y sin aviso, la paz conmigo mismo venció a mi mente retorcida e invadió mi cuerpo inerte.





Thursday, July 8, 2021

Fragmentos

 

Lo que en un principio fue placer- se ha transformado en una desvergonzada necesidad: mientras escribo –se desata una orgía en mi mente y esto se ha convertido en una dependencia que tal vez sea pasajera. O quizás no. Hay quienes gustan leer un texto interesante, que les deje un algo y a su vez los haga sentir participes: un libro que “valga la pena” ser leído. Acaso aguardas con cierta esperanza encontrar aquí algo atípico, con un foco y una perspectiva un tanto oblicua. No puedo ni debo comprometerme a tanto: escribo en busca de alivio, desahogo y porque no quiero seguir siendo víctima ni esclavo: para liberarme de mi realidad. Es mi terapia para combatir mi descreimiento, compulsiones, la sensación de vacío crónico, el aburrimiento, la soledad y desconfianza.

Escribo para mí mismo: para recordarme quién soy si llegara la noche en que mi memoria se destruyera en la más senil de las demencias. Además, la escritura me da una sensación de libertad un tanto engañosa porque el lenguaje es un saco de fuerza imposible de huir. Pero esto es lo que tengo y utilizo cuando el vacío y la nada golpean las puertas de mi ser buscando un significado, un propósito o tan solo una intención capaz de transformarse en una ilusión que mantenga la llama vital encendida y alumbre las tinieblas de ese destino tan sabido como inevitable.

Los renglones vacíos de la carilla parecerían ser fosforescentes a la luz del intenso rayo de sol de abril que cae de canto sobre mi cabeza, difícil de obviar y a su vez- lo más contundente e irrebatible que encuentro en este mundo. Necesito del sol para vivir: el hace crecer todo (lo bueno y lo no tanto), broncea la piel y provoca un fuego en mi alma que dejo expuesta para que todos la vean tal cual es y la juzguen sin que yo pueda ni intente evitarlo. De esta forma- dejo mi psiquis al desnudo; la comparto para mi bien y el de todos que así lo entiendan. Las personas que no esconden sus debilidades- sino que las comunican- me hacen sentir un aliado en la causa del diario vivir.

Mi realidad no me supera ni me sorprende. Describir lo que percibo es una tarea engorrosa: solo alcanzo a garabatear retazos de mi sentir, de mi inmadurez emocional y de mi verdad fragmentada. La mayoría de mis días son un disco rayado que se repite hasta el hartazgo como una historia sin principio ni fin. Ir detrás de la zanahoria me embrutece y desgasta. Más que una zanahoria, es una carnada, una trampa -como lo es toda utopía.  

En las noches que logro dormir sueño con un presente esperanzador y hasta sanador a pesar del aburrimiento y melancolía que tránsito en mis horas de vigilia. Mi primer objetivo del día es el reconocimiento de mi existencia, de mí mismo. Me despierto con la arcada a boca de jarro y corro hacia el espejo para ver si soy el mismo que se acostó a dormir la noche anterior o si es alguna capa de mi subconsciente. Otros días, me levanto torcido y siento un falso contacto dentro mío -algo que no funca del todo. El vómito finalmente me alcanza, me afirmo al inodoro y abro la boca todo lo que puedo. Por mi garganta transitan -con violencia reveladora-  mentiras que ayudan a vivir. Estoy temblando y transpirando profusamente. A veces la eternidad dura unos pocos segundos.





Tuesday, April 27, 2021

El agua en su cántaro

Busco un estado de serenidad, de calma que no equivale a resignarme o escapar de mí mismo -sino que deseo encontrar cierto equilibrio ante las desgracias inevitables que transita todo mortal. Lloro ríos de frustración que desembocan en afluentes donde no hay llave de paso que pueda contener y menos aún cerrar el flujo de sentimientos que brotan desde el subsuelo de mi conciencia. Mis venas son los canales de un sistema pluvial desbordado; mis alcantarillas no toleran más lluvias. Necesito procesar mis propias aguas cloacales: agua que viene entreverada con fango, ramas de todo tamaño y resabios que llegan hasta hoy desde el fondo de los tiempos. A su vez, padezco de una utopía incurable: anhelo con todas mis fuerzas- experimentar y sentir a pleno el cántaro inagotable, una disposición y tesitura mental sin limitaciones.

Mientras transcurre mi tormenta intestina- la veo bajarse de su bicicleta enclenque. Su asiento está envuelto en un nylon sucio para evitar que se empape con esa lluvia que tanto me afecta. Arroja unas migas de su pan flauta en el suelo y súbitamente aparece una variedad insólita de aves revoloteando alrededor de su cabeza: los gorriones comienzan a picotear pero son inmediatamente espantados por un par de palomas glotonas de cuello tornasolado que no tienen mejor suerte con los cuervos y sus chillidos ásperos de muerte. A su vez, los cuervos se dispersan cuando las gaviotas aterrizan amenazantes proclamando con su graznido reverberante – el dominio total de esas migajas que ella tiro al piso y ahora ni siquiera recuerda.




Thursday, January 28, 2021

Verle algo a las cosas


Hace rato que me vengo tomando las cuestiones del diario vivir a la tremenda: que la hoja de afeitar del peluquero me puede infectar el SIDA de algún cliente anterior o que la pipa se rompa por dentro sin darme cuenta y me termine tragando pedazos imperceptibles de vidrio. Vivo alarmado intentando evitar lo peor estadísticamente posible. La tensión que genera ese por las dudas después de tantos años de padecerla- me quita energía, entusiasmo y -en definitiva- las ganas de todo. No es conducente mantenerse en ese estado constante de sobresaltado y horripilante fatalismo.

Es harto difícil verse desde afuera y comprender cuan atornillados y enfrascados están nuestros procederes y comportamientos. Cuando encuentre el lugar preciso del pie donde el zapato me aprieta y lo acepte- calculo que mi existencia se tornara un poco más tolerable: una especie de vivir en play sin caer en la necesidad de pulsar el fast forward.

Me voy acompasando a una quietud que por momentos me es irrespirable, dictada por algún sabiondo, travieso de laboratorio que anda experimentando con vidas ajenas. El aislamiento es profundo y denso como una cuenca que se interna tierra adentro por los túneles del tiempo. ¿Estaré olvidándome de la existencia de otras personas? Estoy abocado a mi rescate emocional intentando evitar que una piedra rodante- por mas diminuta que sea- termine estallándose sin anuncio en mi parabrisas anímico.

Escucho sensaciones, pensamientos que no sé de donde vienen ni su por qué. Una imagen, una sola, vale más que un concepto, pre-concepto o duda hacia lo diferente de lo que estoy acostumbrado. Busco verle un algo a las cosas, un algo disfrutable que me permita entrar en un trance que me despegue de lo temporal, y perder así los parámetros circunstanciales para focalizarme en lo sustancial, en lo que queda de pasional en mí.

Trato de existir cómodo con lo mínimo que me es indispensable; simplifico sin perder mi esencia. O me miro al espejo concentrado y me hablo firme, o me pongo a escribir y que sea lo que tú y tus creencias quieran. Además, lo anoto para no olvidarlo -más allá de estilos, formas y gustos. Escribir es tomar una fotografía instantánea de mí mismo.

Lo que más quiero es conocer, intimar con lo que considero bello -que no significa necesariamente equilibrado. Apago la luz y a través de mi ventana- las estrellas con todos sus satélites y planetas son un uno indivisible y sincronizado a fuerza de gravedad o de la falta de ella.

Hace tiempo que se me perdió el esfuerzo. Sin él no sé si alguna vez podre elevarme, iluminarme y ver el camino que me lleve a mi destino. Proyectarme y soñar -aun cuando mis ojos permanecen abiertos- es mi única esperanza de mantenerme a flote.







Thursday, December 3, 2020

Disquisiciones amnésicas

Me anestesio para aclarar mi mente y no sentir el dolor que me causa el paso del tiempo en vano. Hay algo que no estoy seguro que es, algo que estoy desperdiciando y eso me angustia de forma indefinida pero cierta. Me hallo en las antípodas de una carrera contrarreloj; una quietud sofocante deshidrata mis bríos. Desde hace tiempo que mi tanque de nafta* marca la reserva: pongo punto muerto y dejo llevarme por la bajadita estacional que me recibe con su oprobiosa oscuridad y frialdad característica.

Intento encontrar un detalle que interrumpa la invariable reiteración de hechos idénticos y esa continuidad- me produce una monotonía hipnotizadora. Busco el calor interno que me devuelva a la llanura, a la simpleza de lo ordinario como quien espera al pie de un árbol a que caiga su fruto prohibido.

Afuera diluvia hace días; las horas de claridad se escurren a la velocidad de la luz. El frio y la lluvia cala mis huesos. No escribo para entretenerte -no es esa mi intención- sino que para externalizar lo que me tiene trancado. Lo mismo me da si es poco y de mala factura, si contiene una frase jugosa o un paralelismo fascinante lleno de mensajes entrelineas.

Cuento con un tiempo incuantificable, inconexo, subjetivo, teñido de manipulaciones del inconsciente que se asoma y me asombra con sus manifestaciones. Estoy escuchando músicas que hace mucho no oía y releyendo aquellos libros que me piden que los abra y los mime.

El eje del mundo no se mueve ni un micromilímetro con mi ínfima presencia o ausencia. Son tiempos de conversaciones con uno mismo. Mientras camino por la vereda tratando de no pisar las líneas que separan las baldosas, mis grandilocuentes pensamientos y disquisiciones llegan a hilar tan fino como para creer que por fin he llegado a la certeza más absoluta e irreductible sobre qué es lo que le da sentido a mi vida: el deseo.


*manera en que denominan al combustible los y las rioplatenses.




Monday, October 26, 2020

Inconexo

 

No recuerdo, no estoy seguro desde cuando siento esta acidez, el dolor de mandíbula y mi hombro derecho casi inmóvil. Supuestamente lo sé- pero no logro identificar en que preciso momento- mi memoria se desfasó de la realidad.

Cargo con el peso de la dualidad entre teoría y práctica en toda su extensión. No sé si tendría que permanecer del lado teórico y alejarme de las inconveniencias que impregnan a la práctica- o si sería mejor dejarme llevar por los hechos y abandonar la teoría como si fuera un manual de instrucciones de un artefacto vetusto.

Cuelgo una camiseta blanca en la baranda para que seque al sol. Sentado a unos metros, noto que el viento la hará caer al piso embarrado. Una parte de mi- desesperada y ansiosa- quiere evitarlo, aunque también intuyo -sin comprenderlo del todo- que no voy a poder estar siempre para salvarla de su inminente caída. Debería permitir que las cosas sucedan sin interferir en situaciones y cuestiones que tienen su proceso de nacimiento, crecimiento, maduración y epilogo.

Hoy, ayer y mañana son el día después. La noche, la tormenta y su fría oscuridad- quedaron enterradas en las sabanas transpiradas de arrepentimientos y deseos.



Dibujo de mi hija