Tuesday, December 12, 2023

Intersticios mentales

1.   Una hoja perfectamente verde va caducando imperceptiblemente y cuando menos lo espera -su color cambia, su tamaño y consistencia también. Ahora se aferra de su cabo lo más que puede. Trata de convertirse en perenne a pesar que conoce su condición finita. Al tercer o cuarto viento cae y se desliga para siempre del tronco que una vez creyó inmutable y atemporal.

 

2.   Vivo en un lugar que supo existir en mi infancia. Me llego la versión de que ese lugar ya no es más lo que supo ser. No sé si la apreciación del observador es desde su punto de vista más o menos objetivo o desde su filtro que lleva más de cuarenta años recibiendo información que interpreta según sus carencias, necesidades vitales y psicológicas.

 

3.   Sin mala intención alguna- ciertos pensamientos se esconden en pliegues olvidadizos de mi memoria, lugares vírgenes y sin resaca, limpios de todo abuso.

Hago lo que siento que me hace bien. Si no lo hago, ¿quién lo va hacer por mí? Por eso lo hago pausado y lo más tranquilo posible, con olor a verano de Atlántidas, Toscas y Parques del Plata.

 

4.   Pensar solo en el futuro es igual a auto eliminarme, a limitar mis cualidades y dones. Si existe una persona que pueda morir en paz, quisiera conocerla, acariciarla, mimarla y darle lo mejor de mí, incluidas mis siestas escuchando la lluvia caer sobre el cemento. Voy desvaneciéndome, como si nunca hubiese existido. Una vez que me llegue el momento culminante- quisiera estar soñando acerca de lo imposible, lo inefable, lo incunable, lo pragmáticamente inexistente.

 

5.   Mi dolor es por momentos inexplicable pero cuando cesa- aparece el instante casi que mágico y es ahí donde ocurre el milagro: mi alma logra sincronizar con el mismísimo universo.

 

6.   Intento no ignorar nada y disfrutar da las cosas que están a mano. Tomo de las mieles de un éxito escaso y hasta discutible. Escribo palabras que mis procesos mentales no alcanzan a entender con certidumbre.

 

7.   Debería hacer un esfuerzo consciente en no pensar tanto en mí, en no ser tan egoísta. Eso además me ayudaría a no cuestionarme tanto y a desarrollar un mínimo de compasión por el resto de la humanidad.

 

8.   Hay que armarse de paciencia a cualquier costo- incluso a costa de la salud física pero más que nada de la mental. He perdido amistades, bandas de música y mujeres. Sigo camino mientras la soledad me arroba y me empapo absolutamente en ella.

 

9.   No existen más los apuros en mi vida: todo también puede esperar. Sin embargo, no me doy tiempo a madurar las cosas que importan. Mi cabeza anda por las nubes aunque el día este despejado.

 

10.   Tengo una facilidad nefasta para enfocarme en lo negativo y dramático de cada situación y experiencia vital. Mi vida está por explotar en el aire y sin embargo algo inesperado me “espera” a la vuelta de la esquina.