Tuesday, August 30, 2022

Playa nudista

Era un hermoso día para estar al aire libre y el agua en la playa nudista estaba preciosa.  Deje toda mi indumentaria, billetera, llaves y teléfono sobre mi silla de playa. Estaba tan lindo que me quede un rato largo en el océano. Al salir me lleve la ingrata sorpresa de encontrar solamente mi silla. Debía encontrar la manera de llegar hasta mi casa como arribe al mundo. Hubiese querido transformarme en una figura fantasmal o espectral para pasar desapercibido. A raíz de ese pensamiento se me ocurrió canjear mi silla playera por una toalla para cubrir mi desnudez.

Comencé a recorrer la playa con ese objetivo. Una persona tras otra a la cual le planteaba mi propuesta- se negaba al trueque. Creo que percibían mi aflicción como cuando era joven e iba a bares de mala muerte en busca de encuentros furtivos con desconocidas del sexo opuesto. El interlocutor olfatea la desesperación y huye despavorido.

Ante este panorama desalentador -el último recurso al que mi imaginación pudo acceder en ese momento fue destruir la silla y con la lona y un par de cuerdas desflecadas que encontré sobre la arena- construí una versión elemental de hombre sándwich.

Dudaba profundamente si iba a poder regresar de esa forma a mi casa pero tampoco tenía otra opción.  Así que sin más inicie mi retorno. Mi preocupación por la reacción de terceros se fue transformando en sorpresa al notar que nadie me prestaba atención alguna. Me ignoraban olímpicamente. A medida que avanzaba fui tomando más confianza en mí plan. Lo que en un inicio fue sorpresa se fue transformando en decepción: la vida de uno no le interesa a nadie más que a uno mismo; cada persona va por la suya cargando su cruz, con sus propios asuntos, extraviadas en el encierro de sus mentes.

Mientras esperaba que el cerrajero abriera la puerta de mi casa, un concepto que venía rumiando tomo cuerpo y forma definitiva: lo opuesto a la virtud, a la fuerza de voluntad, a la habilidad, a la risa, al erotismo, al sacrificio y la creatividad es el desinterés, la apatía y la indiferencia.