Wednesday, January 29, 2020

No quiero más

No quiero volver a escribir; temo que el hereje que vive dentro mío -ese que no cree en religiones ni en políticos- me venga a complicar la existencia con sus pensamientos y deducciones salidas de un sentido común tan subjetivo y caprichoso como lo es mi propia percepción del mundo. Pensar que venía tan tranquilo en estos últimos meses…. ¿qué necesidad de complicarme la vida habita en mi para salir al rodeo y exponerme de esta manera tan absurda y sin sentido práctico alguno? Es probable que existan varias razones. También es posible que no haya razón alguna y que este impulso sea una de las tantas sinrazones que conviven en mí. Indudablemente, siguen vigentes en mí una serie de efectos domino de un pasado que no me suelta. Ojalá pudiese escribir en prosa o novelar una historia llena de imágenes que generaran un estallido de orgasmos mentales en la cabeza del lector.

Veo cosas que rompen mis ojos, sin embargo me obligo a mirar hacia otro lado, a barrer la mugre debajo de la alfombra y hacer de cuenta que aquí no ha pasado nada. Sin quererlo, me convierto en cómplice de algo que no me gusta ni estoy de acuerdo. Me había ilusionado con que era posible cambiar. Hasta ahora sigo enredado en las mismas inmundicias del diario vivir. Maldita sea mi condición humana. Soy una reverenda mierda.

Los ilustres del comportamiento viven en un mundo de víctimas y victimarios e intentan etiquetarme: me tildan de negativo mientras patinan sobre la pista de hadas de sus imaginaciones. Otros me llaman egoísta. ¿Será que ven en mi, descontento e ingratitud? Hay quienes confunden términos y conceptos: egoísmo con saber decir que no, amarretismo con sobriedad, negativismo con ser incisivo. Mi tátara abuela decía que hay mucha gente que es mala y habla. Otros escriben, dibujan, cocinan y componen utopías fermentadas en infantilidades inverosímiles. Aquellos intolerantes de las convicciones y realidades ajenas, me notan tan desentonado y desorientado que intuyen que ni siquiera me doy cuenta en donde estoy parado. Y acá estoy, paralizado como una estatua vetusta, oxidada, bañada en mierda de pájaros - escribiendo para un ego maltrecho en un mar de verdades vagas y difusas, verdades a medias, mentirosas, verdades solapadas, encubiertas, verdades prohibidas, censuradas, escondidas e inconvenientes- y vientos cíclicos que se repiten indefinidamente.




6 comments:

  1. Impecable crítica a quienes pretenden poseer la verdad. Un estilo mordaz e irónico para ilustrar la estúpida condición de algunos humanos.

    ReplyDelete
    Replies
    1. Gracias Federico por leerme y por tomarte el tiempo para deja tu comentario aqui.

      Delete
  2. Pufff, te iba a contar pero lo mío es un poroto...

    Daniel Polak. Contemporáneo

    ReplyDelete