Friday, March 7, 2025

Vacío

Percibo

Toco fondo, quedo vacío una vez más: una vieja angustia -que durante décadas la vengo pateando hacia adelante y llenandola de bastones emocionales de toda índole y calibre- me vuelve a encontrar, de frente, más grande y sólida que nunca, con años de frustraciones y atajos emocionales acumulados.

El parque de atracciones mecánicas infantiles es testigo de mi nuevo y- a su vez -archiconocido pozo existential. Los infantes con sus ocurrencias llenan la falta de propósito que domina mi humor, mi temperamento, mi tristeza por haber fallado una vez más en mi intento de rehacer mi vida. Permití- por no habermela jugado- generar dudas en mi entorno que fueron cubriendo un cielo estelar en otro poblado de tormentas y vientos huracanados.  

Temblando, con los ojos llenos de lágrimas y la boca del estómago hecha un nudo- decido que no puedo dilatarme ni un segundo más y debo enfrentarla aunque me lleve puesto y me haga trizas para de una buena vez por todas- lograr alcanzar mi paz interior sin depender de ninguna otra persona que no sea yo mismo

 Ahora que lo tengo decidido- debo ejecutarlo, pasar de lo dicho a lo hecho, dar el paso hacia el vacío más oscuro, absoluto y exorcizar esos monstruos y fantasmas que aún desconozco y que, sin embargo, me vienen esperando pacientemente hace demasiado tiempo. Quiero sanar, recomenzar, barajar y dar de vuelta.

Pienso

Aguas vivas portadoras de miedos e inseguridades envenenan al transitar con sus medusas llenas de dolor, desasosiego y melancolía un océano conductor de vida, presente y alegrías.

Los árboles sonríen agitando su follaje estival mientras mi amor se funde en sus entrañas solidificando una pasión visceral que viene desde el fondo del tiempo.

No es aconsejable ni recomendable iniciar un fuego con leña verde, así como tampoco tiene sentido transcurrir por la vida sin amor alguno.




Friday, August 30, 2024

La perfecta imperfección


Una vez más el aburrimiento con sus infinitos y secretos tentáculos volvió a enroscarme en su marea de altamar.  que no me soltara hasta que no pare de combatirlo, hasta que deje de darle lo mejor que aun me va quedando. Lo escribo y cuento aquí – como buen narciso que soy- intentando ó aun sabiendo que no lo lograre cabalmente ni de forma satisfactoria, con el absurdo cometido de afirmar mi perspectiva (una vez mas), y así ayudar a aliviarme y que ese alivio perdure en una eternidad cuestionable.

Existen días- y noches- en que el sinsentido y los vacios existenciales son más palpables y aparentes de lo que lo son habitualmente. Sigo como caballo descabellado, inefable, místico e incunable hacia una meta que desconozco. Mi lucha constante contra la desilusión me tiene a mal traer, me enmudece dejándome de un modo huraño el cual no me es cómodo para andar por la vida. 

Mi entramado social ha desaparecido como el humo y no vislumbro su re-establecimiento. Es algo que he demorado toda mi juventud en construirlo y desapareció en un cerrar y abrir de ojos: una mala decisión, un engaño y otras atrocidades pueden deshacer demasiado rápido lo que tanto se demora en construir. La astucia no es parte de mi diccionario. En general las cosas diarias y ordinarias bastante me dificultan.

Proclamo y reclamo mi sanidad por esta vía. Soy un ser melancólico, mercantil y romántico de las ideas, la gloria, de la inmortalidad ilustre mas allá de todo accionar humano. Mi vanidad me hace amar mi propia elocuencia, la cual es avasallante por momentos.

No soy cazador sino que soy perro que no ladra, pájaro que no vuela, recolector de la miseria consistente en que nada depende de mí. Siempre he estado solo pero a veces lo estoy más aun.

Un día dejare de ser yo y pasare a ser él, omnipresente e invisible a la vez- volveré a un paraíso creado por el imaginario escrupuloso de los y las humanas donde todo me sea dado, seré dueño de mi tiempo mas no de mis temores y desvelos -que no harán más que crecer como los alimentos que brotan gracias a la lluvia y al sol.

Temo -al punto de aborrecerlo- al maldito detalle que hara caer la pirámide de naipes tan perfecta y pacientemente construida.





Tuesday, March 26, 2024

Adepto


Soy pez que muere pescado fuera de su hábitat- al son de un tango meditabundo y un tabaco armado. 

He estado practicando la paciencia: intento un cambio de percepción que ajuste mis expectativas, habituándome a un ritmo cansino -y no por ello falto de cadencia -que me hamaca en un ir y venir inalterable, continuo, hipnótico y hasta mantrico por momentos.

Temo preguntar demasiado, respiro una enquistada hostilidad. Regalaría objetos que me sirvan pero aun no los he encontrado. Quiero crecer a cualquier costo, soportando aun que el cerquillo me tape la visibilidad.

Puedo cuando lo demás no pueden. Y viceversa. Se diferencian los seres humanos a las bestias por la palabra dada, el compromiso. Agradezco vuestro vínculo y esfuerzo para hacerme sentir bienvenido.

Vivo una verdad tan fragmentada como lo es mi entendimiento de la realidad- tan restringida ella por mi limitada inteligencia intelectual y sobre todo emocional. Padezco con pasión inusitada la conquista de una victoria que me rumbea hacia una inevitable derrota.




Tuesday, December 12, 2023

Intersticios mentales

1.   Una hoja perfectamente verde va caducando imperceptiblemente y cuando menos lo espera -su color cambia, su tamaño y consistencia también. Ahora se aferra de su cabo lo más que puede. Trata de convertirse en perenne a pesar que conoce su condición finita. Al tercer o cuarto viento cae y se desliga para siempre del tronco que una vez creyó inmutable y atemporal.

 

2.   Vivo en un lugar que supo existir en mi infancia. Me llego la versión de que ese lugar ya no es más lo que supo ser. No sé si la apreciación del observador es desde su punto de vista más o menos objetivo o desde su filtro que lleva más de cuarenta años recibiendo información que interpreta según sus carencias, necesidades vitales y psicológicas.

 

3.   Sin mala intención alguna- ciertos pensamientos se esconden en pliegues olvidadizos de mi memoria, lugares vírgenes y sin resaca, limpios de todo abuso.

Hago lo que siento que me hace bien. Si no lo hago, ¿quién lo va hacer por mí? Por eso lo hago pausado y lo más tranquilo posible, con olor a verano de Atlántidas, Toscas y Parques del Plata.

 

4.   Pensar solo en el futuro es igual a auto eliminarme, a limitar mis cualidades y dones. Si existe una persona que pueda morir en paz, quisiera conocerla, acariciarla, mimarla y darle lo mejor de mí, incluidas mis siestas escuchando la lluvia caer sobre el cemento. Voy desvaneciéndome, como si nunca hubiese existido. Una vez que me llegue el momento culminante- quisiera estar soñando acerca de lo imposible, lo inefable, lo incunable, lo pragmáticamente inexistente.

 

5.   Mi dolor es por momentos inexplicable pero cuando cesa- aparece el instante casi que mágico y es ahí donde ocurre el milagro: mi alma logra sincronizar con el mismísimo universo.

 

6.   Intento no ignorar nada y disfrutar da las cosas que están a mano. Tomo de las mieles de un éxito escaso y hasta discutible. Escribo palabras que mis procesos mentales no alcanzan a entender con certidumbre.

 

7.   Debería hacer un esfuerzo consciente en no pensar tanto en mí, en no ser tan egoísta. Eso además me ayudaría a no cuestionarme tanto y a desarrollar un mínimo de compasión por el resto de la humanidad.

 

8.   Hay que armarse de paciencia a cualquier costo- incluso a costa de la salud física pero más que nada de la mental. He perdido amistades, bandas de música y mujeres. Sigo camino mientras la soledad me arroba y me empapo absolutamente en ella.

 

9.   No existen más los apuros en mi vida: todo también puede esperar. Sin embargo, no me doy tiempo a madurar las cosas que importan. Mi cabeza anda por las nubes aunque el día este despejado.

 

10.   Tengo una facilidad nefasta para enfocarme en lo negativo y dramático de cada situación y experiencia vital. Mi vida está por explotar en el aire y sin embargo algo inesperado me “espera” a la vuelta de la esquina.




Tuesday, October 31, 2023

Déjà vu

 

Hace un tiempo inexacto soy consciente que todo terminara: la vulnerabilidad de mi existencia -abrupta y llena de buenas intenciones- la precariedad de mis deseos, mis miedos infundados y mis más ilusos sueños. Mientras le saco punta al lápiz- me voy diluyendo en un duermevela que no logra hacerme descansar ni estar despierto del todo. Me embarco en un viaje disipado y austero a la vez. Siempre es posible tener una razón para perseguirse y mortificarse a uno mismo. Está en la química del cerebro poder alejarse –o no– de pensamientos que a larga no cuentan y terminan siendo insignificantes. Adhiero a la escuela que entiende la vida desde la pragmática y el movimiento.

Nubes crepusculares con sus colores y formas únicas aparecen en un cielo ondulado de un viento que hace y deshace a voluntad. Las puertas de la percepción se abren de par en par, de forma casi que inconcebible. Con una lentitud agusanada- comienzo a separar la paja del trigo: escatimo, mido, sopeso posibilidades y vericuetos. De repente algo intangible, insustancial, inocuo por donde se lo aprecie -se limpia y todo aparece nítido: acabo de cruzar un puente virgen, un límite desconocido hacia un abismo de pasión, intensidad y cierta seducción. Mi pudor -a pesar de todo- sigue siendo demasiado elevado. Llego a estados anestesiantes tales que dejo de ser yo para ser aquel que pienso ser. Cuando empiezo a aceptar las cuestiones- estas toman otro relieve y consistencia.

Desciendo de un pueblo “elegido” para ser mirado de reojo y con desconfianza por algunos capciosos, una colectividad vilipendiada por ciertos resentidos, una etnia cuestionada, calumniada de parasitaria, avariciosa, usurera, explotadora, y un sinfín de calificativos peyorativos; una comunidad acosada y hostigada con persistencia en el transcurso del tiempo y civilizaciones. Lo padezco desde mi origen- sin haber tenido opción a elegir- como quien nace con una complicación congénita. Las guerras insuperables atraen y renuevan viejos odios que jamás pasaran de moda- y me recuerdan que este es un mundo atroz y sin sentido. Con ellas salen a relucir las bajezas más inmundas de aquellos que no saben vivir ni dejan vivir. Es muy difícil saber cómo cortar y más aún por lo sano. Los muertos no tienen enemigos.




Thursday, August 17, 2023

Desasosiego

 

A los seres vencidos

 

Me adentro al tierno y tibio olvido sin darme cuenta, con mi percepción centrada en mi rutina. Giro mi cabeza hacia atrás y todo se ve borroso, como si no tuviera los lentes puestos. El balastro cubre mis zapatos- agujereado uno de ellos- de una polvareda gruesa, densa, amarronada y fangosa. En ningún momento siento temor: solo experimento una desazón y un vacío implacable, contundente aunque indescifrable. No importa lo que haga o diga, donde vaya, lo que coma ni con quien este: siento dentro mío un inevitable y constante desasosiego. Mi desencanto conmigo mismo y lo que me rodea es casi permanente y hasta patético. Lo padezco como un síndrome que se ha incrustado en mi organismo y en mi psiquis sin explicación aparente o entendible. La tristeza me acompaña a sol y sombra, me hace marcación personal -hombre a hombre- como si apreciara mi compañía en demasiá, tal si fuera un amor eterno.

Paro de golpe en algo que parece ser un espejismo: una inmunda barbería que aloja en su interior una mesa de casin de paño gastado y un par de máquinas estruendosas a las que le faltan varias luces. En eso, se me acerca una figura casi que espectral de sexo indefinido y me pregunta la hora. Desde mis catorce años de edad dejé de usar reloj pulsera- le respondo. Su reacción es un súbito movimiento de hombros hacia arriba y abajo.

Sigo mi camino paladeando entre los pliegues de mi razonamiento el caldo de disidencia que he ido cultivando con el correr de los años. Ser parte de la mayoría no significa poseer ninguna prueba o fundamento con aire de verdad revelada.

No hay nada, ni antes o después del trayecto vital, solo supervivencia de la especie para maximizar su estadía en este planeta. Todos los conceptos conocidos son creaciones humanas de dudosa veracidad y eficacia. Y sin embargo, acá estoy intentado destrancar lo que nunca se ha trancado. Y si alguna vez estuvo cerca de trancarse- eso sucedió en mi mente, en mi percepción de lo que me circunda, la cual posiblemente no coincide con la realidad de ningún otro semejante perteneciente a la especie de la cual soy parte.

Espero con ansiedad, casi como una turbación- algo que tal vez exista solo en mi cabeza. Posiblemente se trate tan solo de una alucinación- de algo que no sucederá y por tanto la espera se convierte – a la vez- en inútil en sí misma pero también en un propósito y una razón para seguir viviendo con expectativa. Una expectativa engendrada en mi imaginación y cimentada en la irrealidad más noble que surge de mi estropeada inteligencia.

A lo lejos escucho una trompeta asordinada cuya melodía me lleva a una ciudad desconocida de hace un siglo atrás, en plena efervescencia del viejo Jazz y la bolsa de valores. Comienzo a experimentar cierto alivio; algo dejo de hacer presión – como si la fuerza de gravedad hubiese mutado sus condiciones. Me focalizo en algo más allá del pragma, del momento preciso del ahora, de mis palabras vacías de significado y valor. Mis sentimientos difusos -y a veces antagónicos- entienden que todo lo hecho y por hacer es por uno y los míos. Mis ideas se apelotonan todas a la vez y ninguna logra sobreponerse sobre las otras.

El tiempo se acota, el transcurso es inevitable y real. He llegado a mi cima hace un rato largo y he puesto punto muerto para dejarme llevar por la bajadita, esperando que no se me cruce pozo alguno ni desfondarme en mi descenso. Me he convencido a mí mismo de que estoy haciendo bien. El gran tema es la relatividad y sus consecuencias. No hay norte ni sur, somos cuerpos en una galaxia infinita e indivisible para el ojo humano. De a poco me voy acercando a un sitio más adecuado. Deseo ser como aquellos que se contentan con tan solo tener cubiertas sus necesidades básicas -sin cavilar ni cuestionar tanto su sentir- y hasta llegan a disfrutar del sinsentido de ser viviente.





Wednesday, July 5, 2023

Ensimismado


Hace un tiempo largo ya que morí y no me había dado cuenta. Estoy aburrido de estar aburrido; siento que he perdido la batalla – si es que alguna vez hubo una. Hago todo mal desde que tengo memoria. Planeo, pienso de antemano lo que voy a hacer y decir- pero llegado el momento de interactuar entran a jugar variables ajenas a mi voluntad y termino desilusionado y hasta enojado conmigo mismo por no poder controlar la narrativa, lo que va ocurriendo; las dinámicas de las conversaciones van hacia lugares impensados y hasta indeseables muchas veces. Por eso es que escribo: porque puedo releer, corregir, sacar, agregar, dejarlo por un tiempo macerándose y volver al texto cuando siento la necesidad de hacerlo.

Ustedes leen una versión mejorada de mi o lo mejor que puedo dar de mi- que es bastante escueto pero que surge desde mi más profunda angustia y dolor, las cuales no tolero esconder porque me llevan a vivir en un terror constante e insensato; una turbia paranoia se apodera de mí, me clava su gélido cuchillazo en mi garganta y explota en mi estómago sin siquiera entender sus razones o como consolarme de esta ansia generalizada que me persigue inviernos y veranos, donde sea que vaya y este con quien este. Esto es una condena disfrazada de libre albedrio, creencias y supersticiones que oscurecen aún más mi falta de claridad emocional. Poseo un alma solitaria; soy un cumulo de obsesiones y arrebatos del instinto, es decir un individuo inmerso en la vida más elemental y mezquina. Experimento un tenaz y constante remordimiento -como vaca que rumea una y otra vez su bolo alimenticio -aunque ya ni recuerde los orígenes del mismo.

Honorables miembros del jurado de tan prestigioso certamen literario, asiduas lectoras y lectores, desprevenidos internautas que han llegado aquí a través de las sombrías casualidades que os tenia preparados vuestro destino- sepan que lamento decepcionarlos con este texto sin finalidad, principio ni final; no existen aquí los personajes, eventos, dramas, transcursos, diálogos, desarrollos, moralejas, enseñanzas, paralelismos, rimas, coyunturas, significados, sentidos figurados, lectura entre líneas, misterios ni aprendizajes. En otras palabras- es una mierda de texto, inservible, incoherente, un gran sinsentido, una perdida absoluta de tiempo y energía. Un relato sin filtro ni ingenio, sin imaginación ni propósito. En definitiva, un fiel reflejo de mi existencia antónima




Wednesday, May 31, 2023

Intención

Me quede vacío una vez más. A pesar de mis esperanzas de cambio- los vaivenes me depositaron en un lugar donde mi corazón se encoje y mi cabeza gira imparable buscando entrar en órbita. Vuelvo a anestesiarme para que el dolor no me traspase y sigo haciendo de cuenta que todo está bien encaminado, que son percances momentáneos para lograr un beneficio ulterior. Adormilado y anestesiado como estoy, asimilo mis limitaciones. Lo que se ve de afuera y lo que realmente es -puede llegar a ser diametralmente opuesto.

Los temas se reiteran, aparecen una y mil veces: propósitos, sentidos, libre albedrio (en el supuesto caso que se sincronicen multitudes de cambiantes coordenadas y circunstancias). Tengo la ilusión de que por ahí haya medio escondido- un nuevo despertar. Pero así como puede surgir en algún momento, así también se va… tal como apareció. Sin aviso. Por eso -y con cierta insistencia- golpeo las puertas del pasado; puertas que hace un tiempo inexacto nadie responde.

Padezco en carne propia a ciertos individuos que son flagelos de la condición, consecuencias de un mecanismo mental que no para y tritura todo el tiempo. Personas que intentan imponer sus ideas, dominar psicológicamente a su interlocutor, cambiarlo y hasta responsabilizarlo de sus propios defectos. No les interesa saber lo que piensa el otro o entender su accionar- sino que repiten hasta el hastió un monologo sofocante que trata de explicar sus formas de ver las cosas. A pesar del agobio que me generan- he decidido subirles su autoestima escuchándolos. Es de las mejores cosas que les puedo regalar en vida.

Toda religión- tanto sea monoteísta como politeísta- está basada en la fe y la creencia. Dentro de mis limitadas posibilidades- intento manejarme por la vida con certezas. Más allá de toda especulación, suposición, parecer y credo- sé que en algún momento todo termina de una vez y para siempre.

Llego el momento en que es necesario tomarme un tiempo, único y mío. Diviso un horizonte lejano e inexistente donde deseo y realidad se unen. Mi musculo ocular se distiende y reposa; respiro profundo; el aire abandona mi cuerpo y produce un movimiento tóraxico que me estremece como canino que encuentra al fin su lugar de confianza, resguardo y descanso. 






Wednesday, May 3, 2023

Propósito

Quien habla, narra y redacta

nada tendrá que ver conmigo.

No se engañen:

todo lo que relucirá

se deberá a su lustre.

 

Todo será motivo de preocupación

sin importar el tamaño

ni la trascendencia del asunto.

 

Sentir y pensar

cosas diferentes

distintas realidades y devenires.

 

Como a todo mamífero del asfalto

me llegara el momento de ir

aunque no sepa cuando.

 

Todo anhelo

-además de la auto indulgencia-

fabula

conquista

acontecimiento idealizado

posee un tinte humano

el cual olvidaremos.

 

             El día en que nada me contente

  por más lindo que escriba                            

                            será una reverenda desgracia.

Me arrojare sin tela ni entretejido

que me proteja de la inexorable caída.

 





Tuesday, January 10, 2023

Intestinal

A pesar de su costumbre de reírse de aquellas personas que se refieren a sí mismas en tercera persona -como buenos egocéntricos que son- dicen los que lo conocen que es un tipo querible y hasta afable. Hubo un extenso periodo en su vida en que el reprimía a toda costa todo lo que consideraba inapropiado.

De muy joven en casa de su primer novia -además de dominar su boca ante situaciones familiares desfavorables para su amada- contenía también sus flatulencias por temor a ser escuchado. Con el paso del tiempo supo -luego de consultarlo con un gastroenterólogo -que su intestino vive irritado y era esa la causa de sentir unas ganas irrefrenables de deshacerse de gases que le generaban y aun le generan malestares en su sistema digestivo. 

Una vez diagnosticado sobre su condición intestinal- se permitió evacuar flatulencias sin tantos pruritos. Algo similar sucedió con sus pensamientos: se dio cuenta que su mesura en situaciones críticas lo hería y dañaba en su fuero íntimo. Así fue que empezó a decir cosas que la gran mayoría de su entorno no tolero ni quiso volver a escuchar. Entonces fue encontrándose cada vez más aislado y dejado a un lado pero sin tantos retorcijones ni remordimientos.

Algunos lo etiquetan de difícil, complicado e intenso. Mientras tanto, él no se victimiza e intenta focalizarse en lo esencial e indispensable. Por algo los ojos están en la cara y no en la nuca: para ir hacia adelante.



Foto gentileza de Andres Aksler.

Friday, October 28, 2022

Media pila

 

Su existencia fue un lastre sombrío, denso e impenetrable. El gran temor una vez muerto era el silencio atronador dentro de su tumba. Confió en que sus hijos lo enterraran- indicaciones mediante- junto a su radio portátil. Los deudos que transitaban los estrechos pasadizos del cementerio- oían un rumor constante, música, partidos de futbol, noticieros y no se daban cuenta de donde surgía tal audición.

Por las noches se juntaban en torno a su tumba en busca de entretenimiento una variedad de espíritus que habían muerto en una paz maquillada o cuyas vidas habían sido una llovizna lánguida e intermitente sin propósito, rumbo ni destino. Se armaba una comunión muy armoniosa entre estos espíritus hasta que un mal día la radio –cual romance de verano- dejo de funcionar.

El fracaso de su propósito volvió a ser palpable entre sus semejantes de la misma forma que lo había sido durante toda su vida. La historia- como todas ellas- termino buscando culpables de tal cambio de circunstancias.





Tuesday, August 30, 2022

Playa nudista

Era un hermoso día para estar al aire libre y el agua en la playa nudista estaba preciosa.  Deje toda mi indumentaria, billetera, llaves y teléfono sobre mi silla de playa. Estaba tan lindo que me quede un rato largo en el océano. Al salir me lleve la ingrata sorpresa de encontrar solamente mi silla. Debía encontrar la manera de llegar hasta mi casa como arribe al mundo. Hubiese querido transformarme en una figura fantasmal o espectral para pasar desapercibido. A raíz de ese pensamiento se me ocurrió canjear mi silla playera por una toalla para cubrir mi desnudez.

Comencé a recorrer la playa con ese objetivo. Una persona tras otra a la cual le planteaba mi propuesta- se negaba al trueque. Creo que percibían mi aflicción como cuando era joven e iba a bares de mala muerte en busca de encuentros furtivos con desconocidas del sexo opuesto. El interlocutor olfatea la desesperación y huye despavorido.

Ante este panorama desalentador -el último recurso al que mi imaginación pudo acceder en ese momento fue destruir la silla y con la lona y un par de cuerdas desflecadas que encontré sobre la arena- construí una versión elemental de hombre sándwich.

Dudaba profundamente si iba a poder regresar de esa forma a mi casa pero tampoco tenía otra opción.  Así que sin más inicie mi retorno. Mi preocupación por la reacción de terceros se fue transformando en sorpresa al notar que nadie me prestaba atención alguna. Me ignoraban olímpicamente. A medida que avanzaba fui tomando más confianza en mí plan. Lo que en un inicio fue sorpresa se fue transformando en decepción: la vida de uno no le interesa a nadie más que a uno mismo; cada persona va por la suya cargando su cruz, con sus propios asuntos, extraviadas en el encierro de sus mentes.

Mientras esperaba que el cerrajero abriera la puerta de mi casa, un concepto que venía rumiando tomo cuerpo y forma definitiva: lo opuesto a la virtud, a la fuerza de voluntad, a la habilidad, a la risa, al erotismo, al sacrificio y la creatividad es el desinterés, la apatía y la indiferencia.




Thursday, August 18, 2022

La feria

 

Deambulaba por callejuelas sin señalización ni salida aparente cuando me topé con una feria única y particular en varios sentidos. Difícil de describirla -aunque si dijera que se trataba de una feria temática no estaría completamente errado. El día estaba ventoso, era un viento caliente y arremolinado sin dirección alguna. Apenas entre, hacia la izquierda un puesto vendía ilusiones. Tenían de todo tipo: las que son de por vida y las que tienen un objetivo concreto como casarse, recibirse de médico o bajar de peso. Al lado estaba el puesto de los eufemismos: ofrecían de los cómicos y los políticamente correctos e inofensivos. Dos pasos más allá, una muchacha de cara limpia y equilibrada ofrecía certezas, evidencias, autenticidades y convicciones. Uno de los puestos más disfrutables de toda la feria. En frente ofrecían sensaciones de frio, calor, hambre, vacío y todas las imaginables. Seguí recorriéndola y todos los puestos brindaban artículos inusuales de encontrar a la venta: intenciones, indulgencias, esperanzas, cavilaciones, sugestiones y otras que mi memoria ha olvidado.

Después de pasadas unas horas observando y escuchando a los feriantes y sus propuestas- una desazón indefinida y difusa me invadió. Respire hondo. Una transpiración fría cubrió mi frente pegajosa. Tuve que sentarme en el piso con todo lo que ello conlleva para alguien con misofobia. Durante muchos años he venido complicándome la cabeza con posibilidades inciertas y hasta remotas de situaciones de vida que raramente terminan ocurriendo. Y si ocurren- suceden de una manera muy distinta a como las imagino. Sin embargo, las vivo intensamente como si fueran a acontecer de un momento a otro. Mientras mi organismo transitaba por este estado de ánimo- mi cabeza tomaba conciencia y más nítidamente que nunca antes entendí y comprendí que he de terminar mal- como el resto de los mortales: la decadencia de la mente y sobre todo la del cuerpo- es un camino de ida.

Aun sin poder encontrar mi rumbo, llorando de alegría recordaba aquellas tardes estivales en mi cuarto con la radio a todo volumen y una batería que era para mí la octava maravilla -aunque en realidad se caía a pedazos- donde el presente me tenía hipnotizado con sus mieles del ahora- sin expectativas, frustraciones, desilusiones, fracasos ni desengaños de ningún tipo que me opacaran. La existencia y sus pliegues más recónditos -es la mejor y más compleja trampa imaginable: una patraña la cual conocemos su final inevitable desde un principio.






Friday, April 22, 2022

Me dice

 

El doctor que los valores de mi último análisis están dentro de lo normal para mi edad. La arquitecta confirma que la construcción va a estar terminada en fecha. El mozo comunica que mi pedido está casi listo. El vendedor de autos usados explica que la unidad que me interesa comprar está muy bien considerando los años de uso que tiene. El chofer del ómnibus se compromete a avisarme donde necesito bajarme. El político de turno declara que los últimos índices muestran que la economía y poder adquisitivo de los ciudadanos siguen al alza. La psicóloga recomienda que siga tomando la prescripción que me resetó el psiquiatra. El zapatero explica que el cuero del calzado cede con el uso. El tendero promete que el buzo no encoje con los lavados. El creyente utiliza su artillería divina para colonizarme. El feriante vocea que tiene las uvas más dulces de toda la feria. El mecánico -meneando su cabeza de lado a lado- sentencia que debo cambiar la bomba del agua. El policía asegura que está para protegerme y garantizar mi seguridad. El peluquero pide que de una buena vez me deje cortar las patillas- que me va a quedar mucho mejor. La maestra deja constancia en mi carnet que puedo y debo rendir más. El comentarista deportivo afirma que el resultado del partido es totalmente justificado.

Me cuesta creerles; en realidad no les creo una sola palabra. Las verdades a medias con sus mentiras solapadas y engañosas- han desgastado mi confianza ciega. La ingenuidad y pureza de los niños, la óptica de los “locos” y la verborragia torpe de los borrachos serían las únicas opciones de sinceridad disponibles. Por tanto, seguiré siendo un laico que vota en blanco.




Friday, March 11, 2022

Inercia

Se dispara mi alarma y todo alrededor se inunda de humo. Quiero cerrar la puerta pero algo inmaterial, oculto- no me lo permite; algo que vive en la frontera de mi ansiedad, mi cabeza y mi realidad. Algo que siento como una frazada demasiada pesada- desnuda mis flaquezas y cubre mi ánimo. No recuerdo desde cuando la conservo: tengo la sensación de que ha estado junto a mi desde que tengo memoria, o mejor dicho desde que recuerdo tener memorias. Esta frazada ha pasado por varios veranillos en que la he olvidado -pero una y otra vez vuelve invernal y me deposita infaliblemente en una espesa neblina cerebral.

Desquiciado, desbocado como caballo que ha estado demasiado tiempo en su corral- anhelo esos instantes de no pensar ni esperar más: solo sentir. Eso: una vacación mental y descanso para el espíritu. Una especie de purificación, un curativo, un imán que me mantenga entre los que aún tenemos la suerte de padecer y disfrutar absurdos e inercias del diario vivir.

Llego a mi casa con la rutina de la semana a cuestas pero aun con la energía autómata del maniático que me lleva a probar la manija de la puerta una y otra vez, asegurándole a la compulsión que la puerta ha sido efectivamente cerrada por mí mismo. La llave del gas es mi próximo destino. Después de cerrarla me quedo mirándola fijo y contando hacia mis adentros hasta una cifra caprichosa- hasta mi número de suerte arbitraria. Miro a mi alrededor para asegurarme que todo esté en su lugar asignado, en ese orden antojadizo que me reconforta. Ahora es el turno del lavado de manos, una operación meticulosa, sigilosa, que requiere toda mi atención y esfuerzo. En los inviernos, el revés de mis manos se desfigura en un cuero agrietado, rojizo y áspero de tanta agua y jabón. Luego de todos estos rituales -me siento con el derecho a respirar profundo y desechar toda mortificación- tanto sea real o consecuencia de mis obsesiones.

Entonces escribo sin proponérmelo, sin justificacion alguna: me tranquiliza y ocupa, me anestesia al punto de no sentir malestares transitorios y fomenta lo que aún subsiste en mi despoblado mundo interior. Escribir es de lo poco que me va quedando para compartir y comunicarme. Una comunicación diferida, incierta y probablemente inexistente que en definitiva solo ocurre conmigo mismo. Por lo tanto, esto es un desahogo, como el de aquellas flores que esperan con ansias los primeros soles primaverales para abrir sus petalos deslucidos. Intento y ensayo mi sanación con las letras, cicatrizar con lo escaso de lúdico que aún persiste en mí y jugar al escritor maldito, maldito conmigo mismo, que maldice su percepción hosca, opaca, descarnada de sí mismo y lo que lo rodea.